Pierre es una de las figuras más destacadas del diseño textil en Lyon.
Septiembre del 70, al final de su noveno año de escuela, Pierre quería ir a las Beaux-Arts, pero sus padres se lo negaron.

Sin embargo, se unió a las filas de los diseñadores textiles a principios de los 70, para un aprendizaje de cuatro años.
Permaneció en la Rue Royale hasta que cerró el último taller, y luego continuó trabajando de forma independiente en los años 90. Pierre aprovechó la oportunidad para desarrollar su negocio y aliviar su frustración impartiendo talleres en las Bellas Artes de Lyon.

Artesanía y saber hacer rodean esta profesión

"Cuando uno empezaba en esta profesión, aprendía a 'tener mano', a 'tener gesto'. Y este gesto se aprendía del maestro aprendiz.


Su maestro de aprendizaje era uno de los grandes floristas. Era especialista en rosas.
A finales del siglo XIX y principios del XX, Lyon contaba con una gran tradición de escuelas florales, de pintura, dibujo y horticultura. Se alimentaban mutuamente.

"Nuestros padres eran excepcionales. En cuanto cogían un pincel, o incluso utilizaban los dedos para trazar los delicados pétalos de la flor del cerezo, el resultado era sencillamente extraordinario.
Por desgracia, en opinión de Pierre, este saber hacer se ha perdido con el paso de los años. Sólo Inglaterra mantiene esta tradición.

"Todos vamos con los tiempos y luego los adaptamos a nuestro estilo".

El diseño textil es una profesión artística, con habilidades que hay que adquirir. La complejidad reside en ser técnico, tener mano e inspirarse en las tendencias actuales, y al mismo tiempo hacer una fuerte declaración artística.