Fábrica textil de los Vosgos
Desde 1839
Guillaume Kohler
"Nuestro trabajo es cruzar cables"
Durante seis generaciones, la familia Kohler ha perfeccionado este conocimiento del tejido textil, ahora poco común. Un oficio puesto hoy al servicio de un joven y atrevido diseñador textil que quiere devolver sus letras de nobleza al textil Made in France.
Guillaume Kohler es uno de esos jóvenes emprendedores franceses audaces, que siempre han hecho la sonrisa más cautelosa y sin los cuales nada progresaría. Hay dos de ellos más precisamente para componer esta definición: con Anne Orivel, se fueron en marzo de 2015 sobre la base de K.industrie y se lanzaron en S.C.O.P bajo la bandera de La Manufacture Textile des Vosges.
Una docena de empleados y la fuerza de sus convicciones aseguran que quieren devolver el color a una industria textil, la del tejido, que está perdiendo mucho impulso, como toda la industria textil francesa.
Ya sea que se trate de impresión o fabricación, las fábricas cuyas máquinas están funcionando hoy en día son casi resistentes. Guillaume Kohler lo lleva en la sangre. Su antepasado, procedente de Alsacia, se instaló en 1839 en su taller de Ferdrupt, en el corazón de los Vosgos, tierra textil por excelencia, antes de crecer hasta los 160 empleados en la década de 1990. La manufactura ha seguido el espíritu de los tiempos, adaptándose según los tiempos, las dificultades y los tiempos propicios.
Un saber hacer y una dinámica ancestral que Guillaume Kohler sigue llevando hoy en día, componiendo con un inventario del lugar, las necesidades y los medios que han evolucionado a lo largo de los años.
Es por eso que el textil Manufacture Terre es una verdadera creación, basada en elementos actuales para satisfacer las demandas actuales. Las máquinas producen telas sin blanquear destinadas al acabado, o incluso a la impresión para algunas, especialmente las marcas de ropa de cama de alta gama; tejidos teñidos y productos terminados de alto valor añadido, es decir, textiles técnicos.
"A lo largo de los años, hemos adquirido un saber hacer, una forma de trabajar, un enfoque francés de los tejidos, que hoy rima con la altísima calidad que se busca a través de nuestros tejidos".
Los jóvenes diseñadores o el futuro del textil francés
Nuevas marcas llegan con el deseo de 100% Made in France. Esto es lo que, hoy, desde el punto de vista de los artesanos textiles, dará un nuevo impulso a los textiles en Francia. Como señala Guillaume Kohler, "el sector necesita reestructurarse, pero para ello necesita encontrar el posicionamiento adecuado. Y eso requerirá creatividad".
El tejido, al igual que los otros oficios involucrados en la fabricación de ropa de cama de alta gama, ha estado sufriendo durante muchos años el hecho de que se descuida la calidad a expensas de los costos. Un sesgo que, en última instancia, sirve al consumidor, que ya no encuentra calidad real ni marcas que respondan plenamente a un deseo cada vez más fuerte de consumir localmente. Este enfoque ha estado muy avanzado en la industria alimentaria, que ahora está dando un giro hacia los textiles y los estándares que rodean sus procesos de fabricación.
Llegan jóvenes creadores como Julie Lavière, que ya no quieren trabajar en cantidad, sino en alta calidad, para un público de consumidores informados, responsables, para los que el 100% Made in France es una verdadera elección. Una propuesta ética y de alta gama, productos íntegramente concebidos, diseñados, tejidos, impresos y fabricados en Francia.
La alta tecnicidad de la ropa de hogar fabricada en Francia
En una gran fábrica, con el enrollado de los hilos por un lado y los telares por el otro, que entrelazan hilos de algodón, mestizo y lino a una velocidad fenomenal, aquí se realizan muchas posibilidades. Tejidos de todas las calidades, en diferentes tecnicismos, para diversos y variados usos.
Una de las creaciones más bellas de estas máquinas, el percal. Y entre los diferentes pesos de percal, el percal 300 es el de mayor calidad. Con 120 hilos por centímetro cuadrado, también es el más técnico.
Dormir en el percal es una experiencia muy bonita, es sobre todo una sensación, "te metes en las sábanas"...
"Percale es una experiencia única", dice Guillaume Kohler. "La tela tiene un crujido que no se puede encontrar en ningún otro textil. Con el Percale 300 estamos en el pináculo de la experiencia, la impresión de un verdadero capullo".
Además, este tejido tiene las características de una alta tecnicidad. Al ser 120 hilos cruzados, son, inicialmente, muy finos. Como son tantos, crean muchos espacios entretejiéndose. Por lo tanto, el percal de algodón 300 es naturalmente muy transpirable, el aire circula. La sábana nunca es opresiva.
Un tejido raro, que la Manufacture Textile des Vosges es el único que fabrica en Francia. Julie Lavarière te lleva un poco más allá, al ser la única marca que lo imprime, y además de sus creaciones únicas.