La elección del color o el estampado de la ropa de cama depende sobre todo del gusto individual. Sin embargo, cuando se trata del material, tendemos a perdernos porque hay muchas opciones. Por supuesto, la sensación al tacto es un indicador de calidad y comodidad de uso, pero la durabilidad y la resistencia al lavado no son necesariamente perceptibles al primer contacto. Para ayudarle a hacer la elección correcta y disfrutar de ropa de cama de alta gama y de un sueño reparador, echemos un vistazo a las características de los distintos materiales utilizados en la ropa de cama.

Materiales clásicos

Los materiales clásicos de la ropa de cama son el algodón, el lino y el satén. El algodón es una fibra textil natural. Se utiliza mucho para ropa de cama y prendas de vestir, pero también como ropa de cama de verano. Suave y ligero, un tejido tupido garantiza la longevidad de la ropa de cama de algodón. El lino es otro material natural que se utiliza desde hace mucho tiempo en textiles. Aunque es difícil de planchar, el tejido de lino se suaviza con cada lavado. Su principal ventaja es su capacidad para absorber la humedad, por lo que es ideal para la temporada de verano. El satén de algodón se teje con hilos de algodón muy finos. Mate por un lado y brillante por el otro, se utiliza generalmente para ropa de cama de adultos.

El material ideal para la ropa de cama

El percal de algodón se fabrica con fibras largas de algodón peinadas y finamente tejidas. Esta técnica de fabricación confiere al tejido cierta resistencia y lo hace suave y sedoso al tacto. Todas estas cualidades han llevado a la marca Julie Lavarière a elegir este tejido de gama alta para su ropa de cama. Combinada con un toque de creatividad artística, la ropa de cama se convierte en una obra de arte agradable a la vista y al tacto. Además, el aspecto mate del tejido hace que apetezca acurrucarse en él. Y como el tejido es liso, es fácil de planchar y se puede meter directamente en la lavadora.

Otros materiales de ropa de cama

Los materiales que vamos a ver aquí no son exactamente nuevos. Más bien son materiales poco conocidos que también se utilizan para la ropa de cama. El metis, por ejemplo, es una combinación de lino y algodón. Los tejidos de este material son agradables al tacto y fáciles de lavar (60° como máximo). El tejido de viscosa de bambú también es fácil de lavar y se seca rápidamente. La franela es un tejido suave, recomendado para la temporada de invierno. Su efecto esponjoso mantiene calientes a los usuarios.

En conclusión, el mejor material para la ropa de cama es aquel que combina suavidad y durabilidad. El percal de algodón reúne todas las cualidades esenciales para un sueño reparador. Cuente con Julie Lavarière para confeccionar un auténtico juego de sábanas de diseño refinado y elegante.