Un edredón es una auténtica bendición a la hora de hacer la cama. Basta con extenderlo sobre la cama, poner las almohadas encima y ya está. No hay que preocuparse de nada. Sin embargo, a la hora de cambiar la funda, el edredón se convierte en nuestro peor enemigo. ¿Quién no se ha peleado alguna vez con una funda nórdica? ¿Quién no se ha encontrado atrapado dentro de la funda nórdica sin poder tirar de ella? Solo o acompañado, no siempre es fácil llegar hasta el final de esta ropa de cama. Todas estas dificultades llevan a algunos de nosotros a renunciar a las fundas nórdicas. Pero las fundas nórdicas son una parte muy útil de la durabilidad de un edredón. Aquí tienes algunos consejos para que esta tarea se convierta en un juego de niños.

La técnica del "burrito

La técnica del burrito es la más popular hoy en día. Es rápida, eficaz y no hacen falta varias personas para enhebrarla. En primer lugar, pon la funda nórdica del revés. Colócala sobre una superficie plana, como el suelo o la cama. Coloca el edredón encima, haciendo coincidir los extremos lo más posible. A continuación, empieza a enrollar el edredón y la funda hacia dentro, de modo que acabes teniendo forma de burrito. A continuación, introduce el burrito en la abertura de la funda y desenróllalo. Al final, el edredón queda bien metido en la funda.

La técnica de la pinza

Esta técnica consiste en enhebrar el edredón de la forma tradicional. Pero vamos a utilizar pinzas de la ropa para ahorrarnos muchos problemas a la hora de hacer coincidir las cuatro esquinas del edredón y la funda. Para ello, basta con colocar dos o tres pinzas en los extremos de la parte cerrada de la funda y sacudir el conjunto frenéticamente para que el edredón encaje en su sitio. Esta técnica te llevará unos dos o tres minutos.

La técnica del plegado

Este método no es tan divertido como el burrito, pero es igual de eficaz. ¿En qué consiste? En primer lugar, despliega la funda nórdica sobre la cama y, a continuación, dóblala por la mitad a lo largo, con la abertura hacia ti. Haz lo mismo con el edredón. A continuación, colócalo en la abertura y haz coincidir las esquinas con las de la funda nórdica. Al igual que con las otras técnicas, sacuda el edredón para que se despliegue dentro de la funda.

Elegir una funda nórdica con cremallera

Esta es sin duda la opción más sencilla de todas. ¿Para qué perder el tiempo colocando el edredón si basta con tumbarlo y taparlo? Para ello, necesitas una funda con cremallera. El inconveniente de este tipo de edredón es estético: la cremallera no sólo resta atractivo al edredón, sino que también puede hacerlo menos confortable. Por ello, le recomendamos una funda nórdica de gama alta, confeccionada en Francia con percal de algodón para mayor comodidad.