Dependiendo de su composición, un edredón puede utilizarse todo el año. Hay edredones que se adaptan a las estaciones. Pero cuanto más se usa, más se ensucia. Cuanto más a menudo se lava, más rápidamente se deteriora. Para evitar que se deteriore demasiado rápido, te recomendamos que utilices una funda nórdica. En la primera parte, veremos la funda nórdica de funda nórdica de algodón percal es un elemento decorativo en sí mismo. En la segunda parte, veremos otros usos importantes de esta ropa de cama.

Fundas nórdicas como ropa de cama

En los últimos años, los edredones han cobrado protagonismo en el dormitorio. Mientras que antes la decoración preferida de la cama eran los edredones y las sábanas, ahora mucha gente utiliza los edredones como ropa de cama. Para diversificar los diseños, ¿por qué no optar por una funda nórdica?

La funda nórdica es la ropa de cama en la que se inserta el edredón. Puede ser de algodón, satén, lino, poliéster o percal, y puede ser lisa o estampada. La elección depende de tus gustos y del ambiente que quieras crear en tu dormitorio. Con un solo edredón, puede diversificar el aspecto de su interior cambiando la funda con frecuencia, lo que resulta muy práctico.

Si busca una funda nórdica cómoda, suave al tacto y agradable a la vista, elija una confeccionada por Julie Lavarière. Sus fundas nórdicas son de alta gama y calidad. Confeccionadas en Francia por artesanos franceses, estas originales fundas nórdicas darán un toque único a su hogar y harán que su sueño sea más suave.

Una funda nórdica para proteger el edredón

Más allá de su atractivo estético, una funda nórdica es un artículo de ropa muy útil e importante. Su función principal es proteger el edredón de la suciedad. Para quien aún no lo haya probado, lavar un edredón no es nada fácil, aunque se meta en la lavadora. El edredón medio pesa entre 5 y 6 kilos. Cuando se lava, pesa 5 veces más. Es aún más difícil lavarlo a mano. Sin embargo, en circunstancias normales, según la temporada, es aconsejable lavar y cambiar la ropa de cama cada quince días. Ahí es donde entra en juego la funda nórdica. En lugar de lavar el edredón con frecuencia, la funda nórdica se "pone a prueba".

Además de proteger contra las manchas, una funda nórdica también protege contra las bacterias, especialmente los ácaros del polvo. Éstos suelen provocar alergias en las personas sensibles. Hoy en día existen fundas antiácaros. Los hilos con los que está confeccionada la funda están tejidos finamente, de modo que los ácaros del polvo no pueden atravesarla. Esto elimina la necesidad de tratamientos químicos.